sábado, 24 de abril de 2010

ODISEO ( Ulises)

ULISES Y SU REGRESO DE ÍTACA




A Ulises, normalmente se le considera hijo de Laertes y de Anticlea. Una leyenda relata como Odiseo nació en el monte Nérito de Ítaca, durante una tormenta. Los partidarios de esta versión dan explicación al nombre de Odiseo con un juego de palabras en las que Odysseus significaría, "Zeus llovió sobre el camino".
El regreso a Ítaca.- Con sus doce naves, Odiseo emprende la vuelta al hogar y realiza su primer desembarco en el país de los Cícones, donde toma la ciudad de Ísmaro. Sólo perdonó la vida de uno de sus habitantes, Marón, que en agradecimiento le regaló un vino que le fue muy útil en la tierra de los Cíclopes
En el país de los Lotófagos, se les obsequió con el loto, un fruto exquisito que provocaba el olvido. Odiseo tuvo que llevarse a la fuerza a los marineros que lo habían probado.
Luego llegaron a la tierra de los Cíclopes donde Polifemo sorprendió a Odiseo y a algunos de sus compañeros dentro su gruta y los capturó taponando la entrada con una enorme piedra. Para escapar, Odiseo emborrachó a Polifemo con el vino que le había regalado Marón y después le cegó su único ojo. A los gritos de Polifemo aparecieron otros Cíclopes, pero como Odiseo le había dicho que se llamaba "Nadie", cuando los otros Cíclopes le preguntaban que le pasaba, él les respondía que le había cegado "Nadie". Por lo que pensaron que estaba loco y se marcharon.
Después, todos los marineros salieron colgados de la parte inferior de las ovejas que el Cíclope tenia en su cueva y a las que dejaba salir a pastar de una en una palpándoles los lomos, para que no se escapasen los prisioneros, aprovechándose de la ceguera que le habían provocado.
Una vez en el barco, en un acto de orgullo, le gritó a Polifemo que había sido burlado por Odiseo de Ítaca y el Cíclope invocó a su padre, Poseidón, pidiendo que castigase al héroe. Por lo que a partir de aquel momento Odiseo se ganó el odio del dios del mar.
En Etolia, fueron agasajados por Éolo, dios del viento. Les entregó un odre que contenía los vientos, pero la tripulación pensando que se trataba de tesoros, abrió el odre. Se desencadenó una ventisca que les arrojó de nuevo a las costas de Etolia, pero avisado de la oposición de los dioses, Éolo se negó a ayudarles otra vez.

Después llegaron a la tierra de los Lestrígones, que eran antropófagos. Este pueblo, con el rey Lamo a la cabeza, destruyó once de las doce naves de Odiseo.
La única nave que le quedaba a Odiseo llegó a la isla de Eea, donde la maga Circe metamorfoseaba en animales a todos los extranjeros que llegaban a sus dominios. Con ayuda de una hierba que le da Hermes, Odiseo consigue que Circe devuelva su verdadera forma a sus compañeros. Se une a Circe, con la que tiene a Telégono.
Por consejo de Circe, acude al bosque de Perséfone para consultar al alma de Tiresias el futuro. Una vez allí, siempre según las instrucciones de Circe, sacrifica a un carnero joven y a una oveja negra. Las ánimas acuden a beber la sangre del sacrificio, pero Odiseo no les permite beber hasta que llega Tiresias.
Ulises vuelve a Eea, donde le rinde honras fúnebres a Elpenor. Después parte hacia Ítaca, no sin que antes Circe le aconseje como enfrentarse a los monstruos que le esperan a lo largo del camino: las Sirenas, Escila y Caribdis. Las Sirenas eran monstruos mitad mujeres, mitad aves, que con sus cantos atraían a los marineros hasta unas rocas donde los barcos se estrellaban y los navegantes eran devorados.
Odiseo, según las indicaciones de Circe, taponó los oídos de sus hombres con cera de modo que no oyeran los mágicos cantos. Sólo él, que deseaba oírlas, no se los taponó, pero tomó la precaución de pedir a la tripulación que le atase fuertemente al mástil. La leyenda cuenta que tras este fracaso las Sirenas se sumergieron en el mar.


Tras combatir a las Sirenas, llegaron al estrecho de Mesina, en uno de sus lados habitaba Escila, en el otro Caribdis. La primera era un monstruo con la parte superior de mujer y una parte inferior de la que le salían seis medios perros. Para evitar a Caribdis, se acercaron demasiado a Escila y el engendro consiguió capturar y devorar a seis de los hombres de Ulises. Luego atravesaron las rocas errantes, que permanecían quietas desde que las habían logrado cruzar los Argonautas.
Llegaron a Sicilia donde pastaban los rebaños de Helio, dios del sol. El adivino Tiresias, había advertido al héroe que no tocasen las vacas del sol. Sin embargo, el hambre hizo que la tripulación desobedeciese a Ulises y, mientras su jefe dormía, matasen a unas cuantas.
Cuando se hicieron de nuevo a la mar Helio se había quejado a Zeus, que como castigo les envió directos a las fauces de Caribdis. Esta última, provocaba un inmenso remolino que todo lo succionaba. Sólo Ulises, que no había probado las vacas de Helio, se salvo de ser engullido. Permaneció el héroe durante nueve días asido a un trozo de mástil, navegando a la deriva.
Nuestro naufrago llegó a la isla de Ogigia, donde habitaba Calipso. Enamorada de él, lo retuvo durante años hasta que apareció Hermes con el encargo de Zeus de que dejase partir al héroe. Con ella engendró a Nausítoo y a Nausínoo.
Por desgracia, las iras de Poseidón contra el héroe no habían cesado. El dios del mar provocó una tempestad que destrozó la embarcación de Ulises y hubiese perecido si no hubiera contado con la ayuda de la diosa marina Leucótea. Esta diosa, transformada en gaviota, le entregó un velo con el que Ulises se envolvió y que le mantuvo a flote.

Desnudo y agarrado a un madero, llegó en las costas de Esqueria, la actual Corfú. Fue descubierto por Nausícaa, hija de los reyes feacios Alcínoo y Arete. Estos soberanos, compadecidos por las peripecias del héroe, enviaron un navío hasta la cercana Ítaca para llevar a Ulises de regreso a su patria. Una vez en Ítaca, los marineros depositaron dormido a Ulises en la playa, junto a los valiosos regalos de Alcínoo.
Poseidón molesto con los feacios por la hospitalidad que mostraron a Ulises, convirtió al barco junto a sus tripulantes en piedra. Incluso se decía que había taponado los puertos de Esqueria, arrojando una montaña entre ellos y el mar.

EL JUICIO DE PARIS(comentario de obra)

La verdad sobre troya

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LA GUERRA DE TROYA (Las causas)


La guerra de Troya es el episodio más importante que ha sobrevivido en la mitología y en las leyendas griegas. Se trata de una historia romántica y con un gran atractivo humano: nos encontramos ante la historia del hombre y su lucha por la vida frente al destino y los dioses.
Causas de la guerra.-

La mujer más hermosa del mundo era Helena, hija de Zeus y Leda. Helena se casó con Menelao, rey de Esparta, y cuando Paris fue a visitarlos acababan de tener una hija, Hermíone. Menelao recibió a Paris en su casa, pero Paris pagó su hospitalidad secuestrando a Helena y escapando con ella a Troya.

El inicio de la expedición.-

Menelao utilizó una estrategia muy buena para conseguir un buen ejército. Lo que hizo fue reunir a todos los pretendientes de Helena y a todos los reyes y nobles de Grecia para poder recuperar a su esposa. El jefe de las fuerzas griegas era Agamenón, rey de Micenas y hermano de Menelao. Todos los héroes griegos acudieron de todo el continente para cruzar el río Egeo y dirigirse hacia Troya.

Algún héroe, como fue el caso de Odiseo, fingió tener locura para no ir a la guerra porque sabía que no volvería. Tampoco quería que fuera a la guerra su hijo Telémaco a quien disfrazó de mujer y envió a Esciros para mezclarlo con las hijas del rey Licomedes. Durante su estancia se casó con una de las hijas, Didamía.
Más tarde, Odiseo se dio cuenta de que sin Aquiles no conquistarían Troya y fue a buscarlo otra vez.

La enorme fuerza militar griega formada por Agamenón, Menéalo, Odiseo, Áyax, Diomedes y Aquiles, estaba lista para zarpar, pero el viento se mantuvo en su contra. Finalmente, el profeta Calcante reveló que la diosa Artemis exigía el sacrificio de la hija de Agamenón, Infigenia, antes de que el viento cambiase de dirección.


Agamenón se horrorizó, pero la opinión general lo obligó a realizarlo: Ifigenia, convocada con el pretexto de que iba a casarse con Aquiles, fue muerta sobre el altar. De este modo, el viento cambió y los barcos zarparon


LA COLERA DE AQUILES

Esta etapa se caracteriza por la pelea entre Aquiles y Agamenón. Después de saquear Troya se repartieron el botín, pero Agamenón, para reafirmar su autoridad sobre Aquiles, le quitó su joven esclava Briseida.
Fue aquí cuando Aquiles se encolerizó. No sólo era un insulto a su honor, sino que era una gran injusticia, ya que Aquiles había hecho la mayor parte de lo necesario para conseguir todo el tesoro y el botín del que Agamenón creía que tenía derecho a disfrutar. Como consecuencia, Aquiles se retiró a su tienda y decidió no tomar parte en la lucha.


La lucha se fue agravando poco a poco y los griegos sufrían una fuerte presión sin Aquiles. Agamenón se vio forzado a ofrecer a Aquiles riquezas de todo tipo y la devolución de Briseida, pero el gran guerrero se negó.
Patroclo, hermano de Aquiles, tomo parte de la lucha dirigiendo sus tropas y con su armadura. Finalmente, fue asesinado por Héctor, el mejor guerrero del bando troyano.

Aquiles, apenado por la pérdida de su armadura, mando llamar a su madre Tetis quien le trajo una nueva armadura.

Aquiles se reconcilió con Argamenón y regresó al campo de batalla. Tras haber matado a muchos troyanos y sobrevivir al ataque del río Escamandro, Aquiles pudo finalmente encontrar a su principal adversario, Héctor.

Finalmente, ambos héroes se encontraron y tras dar tres vueltas a la muralla de Troya, se enfrentaron cara a cara. Aquiles envió su lanza a la garganta de Héctor y posteriormente lo sometió a numerosas vejaciones para vengar la muerte de su hermano Patroclo.
A continuación, Aquiles organizó un funeral por su hermano. Los restos de Patroclo se pusieron en una urna y se enterraron en un montículo. Cada día, al alba, Aquiles arrastraba el cuerpo de Héctor alrededor del montículo. Príamo, padre de Héctor, se dirigió al campamento de Aquiles para pedirle que enviara el cuerpo de Héctor a Troya para poderle hacer un funeral por su muerte. Aquiles se conmovió y aceptó su súplica.
Tras la muerte del guerrero más grande, los griegos decidieron aplicar la astucia para tomar Troya.
LA CAIDA DE TROYA
Casi todo el mundo conoce la leyenda del Caballo de Troya: los griegos, que asediaban la ciudad de Troya, construyeron un enorme caballo de madera, se metieron en él y dejaron que los troyanos, pobres ingenuos, lo introdujeran dentro de la ciudad creyendo que era un regalo. Los griegos habían quemado sus tiendas y les hicieron creer que Troya ya no sería tomada.
Al caer la noche, los griegos salieron del caballo y se unieron a sus compañeros que llegaban en barcos. Posteriormente, los troyanos despertaron para encontrarse su ciudad en llamas. Entre los pocos que consiguieron escapar de las llamas estaba Eneas, hijo de Anquises y Afrodita. Avisado por su madre, abandonó la ciudad con su hijo Ascanio y su anciano padre, llevándose con él los dioses de Troya. Finalmente, Eneas llegó a Italia donde fundó una nueva Troya más grande.

LA GUERRA DE TROYA (El juicio de Paris)


Durante el banquete nupcial de la boda del Rey Peleo y la nereida Tetis con la presencia de los dioses, se presenta Eris, diosa de la discordia que no había sido invitada para que no los perturbase con su presencia. Eris lanza una manzana al aire en la que pone "para la más hermosa".

Las Nereidas, no se atrevieron a pedir la manzana estando diosas tan bellas como Hera, Afrodita y Atenea que la disputaron.
Zeus no queriendo indisponerse con su esposa o con alguna de sus dos hijas se abstiene de decidir en la disputa y ordena a Hermes que lleve las diosas en presencia de Paris y que este sea el juez del certamen.
Al llegar las diosas al monte Ida, ya bañadas y arregladas cuidadosamente, se preparan para sobornar a Paris. Hermes entrega a este la manzana y las instrucciones de Zeus y ordena a las diosas a que posen sucesivamente ante él.
Atenea le ofrece hacerlo invencible en la guerra; Hera hacerlo soberano de Asia o de todos los hombres; y Afrodita le ofrece por esposa Helena, la más bella de las mujeres. Paris, sorprendido por la propuesta de Afrodita, pregunta como puede hacerle esposa de Helena si esta ya lo es de Anéalo, a lo que Afrodita le responde que lo deje de su cuenta. Paris entrega la manzana a Afrodita resultando así ganadora del certamen.
La figura de Paris.- Paris fue hijo de los reyes de Troya Príamo y Hécuba. Habiendo soñado esta que daba a luz un tizón ardiendo, su hijastro Ísaco profetiza que ese hijo traerá la ruina y la destrucción de Troya aconsejando que no debe vivir.
Al nacer, su padre Príamo lo entrega a un servidor suyo, de nombre Agelao, para que lo abandone en el monte Ida, allí es amamantado por una osa y posteriormente es encontrado por Agelao, el cual lo cría como suyo poniéndole como nombre Paris.

HERACLES EN LA ENCRUCIJADA


Heracles en la encrucijada. Pompeo Batoni (1765). Como en el cuadro de Carracci, la Virtud, en este caso representada por la diosa Minerva, señala el templo de la fama, al que podrá llegar Heracles si sigue su camino. A los pies de la hermosa Felicidad, que parece Venus, símbolos de los placeres efímeros, como la música y el baile.
Es Heracles y debe elegir entre dos caminos....
Dichoso aquél que en su vida tenga la oportunidad de elegir. Dichoso el que se plantea la elección. Dichoso el que opte por el buen camino.
El libro Recuerdos de Sócrates de Jenofonte, Económico; Banquete; Apología de Sócrates. Gredos, 1993).
Hay un precioso pasaje que dice lo siguiente:
Y el sabio Pródico en su escrito sobre Hércules, del que hizo muchas lecturas públicas, se expresa de la misma manera acerca de la virtud, diciendo más o menos, según recuerdo:

«Cuando Hércules estaba pasando de la niñez a la adolescencia, momento en el que los jóvenes al hacerse independientes revelan si se orientarán en la vida por el camino de la virtud o por el del vicio, cuentan que salió a un lugar tranquilo y se sentó sin saber por cuál de los dos caminos se dirigiría...
Y que se le aparecieron dos mujeres altas que se acercaban a él, una de ellas de hermoso aspecto y naturaleza noble, engalanado de pureza su cuerpo, la mirada púdica, su figura sobria, vestida de blanco. La otra estaba bien nutrida, metida en carnes y blanda, embellecida de color, de modo que parecía más blanca y roja de lo que era y su figura con apariencia de más esbelta de lo que en realidad era, tenía los ojos abiertos de par en par y llevaba un vestido que dejaba entrever sus encantos juveniles.

Se contemplaba sin parar, mirando si algún otro la observaba, y a cada momento incluso se volvía a mirar su propia sombra. Cuando estuvieron más cerca de Heracles, mientras la descrita en primer lugar seguía andando al mismo paso, la segunda se adelantó ansiosa de acercarse a Heracles y le dijo:
—Te veo indeciso, Heracles, sobre el camino de la vida que has de tomar. Por ello, si me tomas por amiga, yo te llevaré por el camino más dulce y más fácil, no te quedarás sin probar ninguno de los placeres y vivirás sin conocer las dificultades. En primer lugar, no tendrás que preocuparte de guerras ni trabajos, sino que te pasarás la vida pensando qué comida o bebida agradable podrías encontrar, qué podrías ver u oír para deleitarte, qué te gustaría oler atacar, con qué jovencitos te gustaría más estar acompañado, cómo dormirías más blando, y cómo conseguirías todo ello con el menor trabajo. Y si alguna vez te entra el recelo de los gastos para conseguir eso, no temas que yo te lleve a esforzarte y atormentar tu cuerpo y tu espíritu para procurártelo, sino que tú aprovecharás el trabajo de los otros, sin privarte de nada de lo que se pueda sacar algún provecho, porque a los que me siguen yo les doy la facultad de sacar ventajas por todas partes.
Dijo Heracles al oír estas palabras:
—Mujer, ¿cuál es tu nombre?
Y ella respondió:
—Mis amigos me llama Felicidad, pero los que me odian, para denigrarme, me llaman Maldad.

En esto se acercó la otra mujer y dijo:
—Yo he venido también a ti, Heracles, porque sé quiénes son tus padres y me he dado cuenta de tu carácter durante tu educación. Por ello tengo la esperanza de que, si orientas tu camino hacia mí, seguro que podrás llegar a ser un buen ejecutor de nobles y hermosas hazañas y que yo misma seré mucho más estimada e ilustre por los bienes que otorgo. No te vaya engañar con preludios de placer, sino que te explicaré cómo son las cosas en realidad, tal como los dioses las establecieron. Porque de cuantas cosas buenas y nobles existen, los dioses no conceden nada a los hombres sin esfuerzo ni solicitud, sino que, si quieres que los dioses te sean propicios. tienes que honrarles, si quieres que tus amigos te estimen, tienes que hacerles favores, y si quieres que alguna ciudad te honre, tienes que servir a la ciudad; si pretendes que toda Grecia te admire por tu valor, has de intentar hacerle a Grecia algún bien; si quieres que la tierra te dé frutos abundantes, tienes que cuidarla; si crees que debes enriquecerte con el ganado, debes preocuparte del ganado, si aspiras a prosperar con la guerra y quieres ser capaz de ayudar a tus amigos y someter a tus enemigos, debes aprender las artes marciales de quienes las conocen y ejercitarte en la manera de utilizarlas. Si quieres adquirir fuerza física, tendrás que acostumbrar a tu cuerpo a someterse a la inteligencia y entrenarlo a fuerza de trabajos y sudores.
La Maldad, según cuenta Pródico, interrumpiendo, dijo:
—¿Te das cuenta, Heracles, del camino tan largo y difícil que esta mujer te traza hacia la dicha?
Yo te llevaré hacia la felicidad por un camino fácil y corto.
—Entonces dijo la Virtud: ¡Miserable!, ¿qué bien posees tú? ¿O qué sabes tú de placer si no estás dispuesta a hacer nada para alcanzarlo? Tú que ni siquiera esperas el deseo de placer, sino que antes de desearlo te sacias de todo, comiendo antes de tener hambre, bebiendo antes de tener sed, contratando cocineros para comer a gusto, buscando vinos carísimos para beber con agrado, corriendo por todas partes para buscar nieve en verano. Para dormir a gusto, no te conformas con ropas de cama mullidas, sino que además te procuras armaduras para las camas. Porque deseas el sueño no por lo que trabajas, sino por no tener nada que hacer. Y en cuanto a los placeres amorosos, los fuerzas antes de necesitarlos, recurriendo a toda clase de artificios y utilizando a los hombres como mujeres. Así es como educas a tus propios amigos, vejándolos por la noche y haciéndolos acostarse las mejores horas del día. A pesar de ser inmortal, has sido rechazada por los dioses, y los hombres de bien te desprecian. Tú no oyes nunca el más agradable de los sonidos, el de la alabanza de una misma, ni contemplas nunca el más hermoso espectáculo, porque nunca has contemplado una buena acción hecha por ti.
¿Quién podría creerte cuando hablas?,
¿quién te socorrería en la necesidad?,
¿quién que fuera sensato se atrevería a ser de tu cofradía?
Ésta es la de personas que, mientras son jóvenes, son físicamente débiles y, de viejos, se hacen torpes de espíritu, mantenidos durante su juventud relucientes y sin esfuerzo, pero que atraviesan la vejez marchitos y fatigosos, avergonzados de sus acciones pasadas y agobiados por las presentes, después de pasar a la carrera durante su juventud los placeres, reservando para la vejez las lacras.
Yo, en cambio, estoy entre los dioses y con los hombres de bien, y no hay acción hermosa divina ni humana que se haga sin mí. Recibo más honores que nadie, tanto entre los dioses como de los hombres que me son afines. Soy una colaboradora estimada para los artesanos, guardiana leal de la casa para los señores, asistente benévola para los criados, buena auxiliar para los trabajos de la paz, aliada segura de los esfuerzos de la guerra, la mejor intermediaria en la amistad. Mis amigos disfrutan sin problemas de la comida y la bebida, porque se abstiene de ellas mientras no sienten deseo. Su sueño es más agradable que el de los vagos, y si se sienten molestos cuando lo dejan ni a causa de él dejan de llevar a cabo sus obligaciones. Los jóvenes son felices con los elogios de los mayores, y los más viejos se complacen con los honores de los jóvenes. Disfrutan recordando acciones de antaño y gozan llevando bien a cabo las presentes. Gracias a mí son amigos de los dioses, estimados de sus amigos y honrados por su patria. Y cuando les llega el final marcado por el destino, no yacen sin gloria en el olvido, sino que florecen por siempre en el recuerdo, celebrados con himnos.
Así es, Heracles, hijo de padres ilustres, como podrás, a través del esfuerzo continuado, conseguir la felicidad más perfecta».

NACIMIENTO DE HERACLES




El nacimiento de Heracles según:
Apolodoro, Biblioteca II, 4, 6 s. (trad. M. Rodríguez de Sepúlveda, Madrid, Gredos, 1985)



Reinando Electrión en Micenas llegaron los hijos de Pterelato con algunos tafios y reclamaron el reino de Méstor, su abuelo materno; al no acceder Electrión le robaron el ganado, y cuando sus hijos trataron de impedirlo, los desafiaron y se mataron unos a otros...

Electrión, deseoso de vengar la muerte de sus hijos, entregó el reino a Anfitrión, juntamente con su hija Alcmena, haciéndole jurar que la mantendría virgen hasta su regreso, y se dispuso a guerrear contra los téleboas.

Pero mientras recogía las vacas, una lo atacó, y Anfitrión le arrojó una clava que tenía en las manos, la cual, rebotando en los cuernos, fue a parar a la cabeza de Electrión y lo mató.

Esténelo se valió de ello como pretexto para expulsar a Anfitrión de todo Argos y adueñarse del trono de Micenas y Tirinto; mandó llamar a los hijos de Pélope, Atreo y Tiestes, y les entregó Midea.

Anfitrión con Alcmena... llegó a Tebas, donde, purificado por Creonte... Alcmena dijo que se casaría con Anfitrión después que fuera vengada la muerte de sus hermanos, y Anfitrión, habiéndoselo prometido, se aprestó a luchar contra los teléboas, e invitó a Creonte a ayudarle....
Antes de que Anfitrión regresara a Tebas, Zeus se presentó una noche y, haciéndola durar como tres, yació con Alcmena en figura de Anfitrión y le relató lo sucedido con los teléboas. Cuando llegó Anfitrión y vio que su mujer lo acogía sin entusiasmo, le preguntó el motivo, y al decirle Alcmena que a su regreso la noche anterior ya se había acostado con ella, Tiresias le aclaró que la unión amorosa había sido con Zeus. Alcmena concibió dos hijos, de Zeus a Heracles, mayor en una noche que Ificles, habido de Anfitrión.

HERACLES ( Hércules)



¿ quién era Heracles?

Hércules es el más famoso heroe griego, hijo de Zeus y de Alcmena,(princesa tabana célebre por su fidelidad). Jupiter hubo de tomar la apariencia de su esposo, Anfitrión, para consumar sus deseos en una noche que duro hasta tres lunas y de ahí el nombre de Heracles Triseleno
Heracles fue el blanco de los celos de Hera , que intenta hacer desaparecer al niño en diversas ocasiones. Le envía serpientes a su cuna, justo después de nacer, pero el joven Hércules las estrangula.
Un relato dice que Hera acudio en un alarde de astucia a amamantar a Hércules niño y que la leche que broto de su pecho fue el origen de la Via láctea, esta escena se puede ver en la presente imagen.

¿ pero que le sucede a nuestro amigo Heracles?

Heracles recibió cierta educación musical, pero al no poder soportar las reprimiendas de su maestro, Lino, lo mató un dia en un acceso de ira.
Para expiar este asesinato fue enviado a los pastores del monte Citerón. Regresa a Tebas y ayuda a su padre mortal, Anfitrión a luchar contra la ciudad de Orcómeno. A la muerte de Anfitrión , su sucesor, Creonte , da a Hércules el matrimonio de su hija, Mégara.
Pero aparece, Hera, ¡la que siempre complica las cosas! Y le envia una violenta locura y Heracles mata a sus propios hijos…. Una vez vuelto en sí , Heracles se va a Délfos para purificarse y Pitia le impone como obligación entrar el servicio de su primo, Euristeo, rey de Tirinto.Con la finalidad de estar en paz consigo mismo y con toda la sociedad Euristeo le manda una serie de trabajos que desarrolla con éxito.

LOS DOCE TRABAJOS DE HERACLES



  • ¿ Porqué los doce trabajos ?

el motivo es el siguiente



  • Liberar a la humanidad de los monstruos

  • Expiar la muerte de sus hijos, asesinados por una locura inducida por Hera

  • Euristeo, rey y primo de Heracles, define los trabajos, y a partír de ese primer trabajo veremos a Heracles con los siguientes atributos:

  • La maza

  • La piel de león de Nemea como yelmo

Heracles era inteligente y hay una armonía entre fuerza y astucia
Al terminar los trabajos surge:
* El triunfo del héroe
* Reconciliado con Hera, se casa con Hebe, vive con los inmortales en el Olimpo

Los doce trabajos son las hazañas que hizo a las ordenes de su primo Euristeo, el odio de Hera prosigue y suscita contra Hércules en toda clase de pruebas y monstruos que debe enfrentarse.


Los doce trabajos:
EL LEON DE NEMEA:
El primer trabajo consistió en asfixiar al León de Nemea,, invulnerable, cuyos despojos sirvieron para la protección de Hercules, que empleó la gran piel del Leon como túnica.
LA HIDRA DE LERNA
Se enfrentó a la Hidra de Lerna,que había sido criada por Hera,esta Hidra asi como le iban cortando las cabezas se iban regenerando, Hércules con la ayuda de su compañero Yolao, cauteriza las heridas con una antorcha tan pronto como esta corta las cabezas porque no se regeneren y el propio veneno de la la hidra le sirvió para matarla.
EL JABALI DE ERIMANTO
Era una bestia descomunal que Heracles llevó viva a Euristeo, para lograrlo en esta ocasión uso su astucia, lo hizo salir de su guarida y después de perseguirla por la espesa nieve, consiguio capturarlo, regresando con el a la espalda.
LA CIERVA DE CERINIA
Era un animal de tamaño gigantesco de cuernos de oro y patas de bronce y consagrada a Ártemis( Diana) , habitaba los montes de Cerinia. Hercules la persiguio durante un año y la condujo viva a Tirinto
LAS AVES DEL LAGO ESTINFALO
En el lago Estínfalo había una nube de aves atropófagas que infestaban la región,Hercules las abate con los disparos de su honda y con sus flechas las derriba una a una.
LOS ESTABLOS DE AUGIAS
Heracles limpia de inmediato los establos, desviando el curso del rio Alfeo haciendo pasar el cauce del rio por su interior.
EL TORO DE CRETA
En Creta, Hercules caza el toro que Posidon ( Neptuno) había regalado a Minos y lo lleva a Tirinto. El animal devastaba la región y se adentra hasta Maratón donde finalmente Teseo lo captura.
LOS CABALLOS DE DIOMEDES
El rey de Tracia Diomedes poseía unos caballos que se alimentaban de carne humana, Heracles consiguió que devorarana a su dueño y ya saciadas pudo llevarlas a Euristeo
EL CINTURON DE HIPOLITA
A continuación recibió la orden de ir a buscar para la hija de Euristeo el cinturon de la reina de las Amazonas. A Hipolita le cae bien Hercules y esta le regaló el cnturón, pero Hera no puso resistirlo y impuso un ataque de locura contra Hipólita, esta se vueve loca y Hércules tuvo que matarla para conseguir el cinturón.
LOS BUEYES DE GERIÓN
De inmediato parte hacia Occidente a la Isla de Eritia, la isla de la puesta de sol, para donde va a buscar el rebaño de inmensos bueyes rojos custodiados por Gerion un inmenso monstruo de tres cuerpos , hijo de Criasor, nacido de la Gorgona Medusa y de Calirroe. Hércules mata al Montruo embarca al ganado dirigiendose a Tartesos, al parecer en su viaje de ida había erigido dos columnas, el Peñon de Gibraltar y el de Ceuta, al término de su viaje después de pasar nuevos invortunios, el ganado que quedaba fue sacrificado a Hera por Euristeo.
EL CAN CERBERO
Tenía que traer el can Cerbero desde los infiernos el perro de Hade, dios de los infiernos y de ultratumba, un perro que aterrorizaba de tres cabezas que vigilaba la entrada del más allá , Caronte el barquero de los infiernos lo condujo hasta Hades y este al verlo llegar le dejo llevarse el perro, Euristeo el verlo llegar con el perro, aterrorizado lo llevo a los inviernos otra vez.
LAS MANZANAS DE LAS ESPERIDES
Estos frutos eran el regalo de bodas de Gea a Hera , estaban plantadas en su jardín custodiadas por un dragón y tres ninfas, las Hesperides. Para encontrar el camino se dirige a Nereo , el viejo del mar. Al pasar por Libia, Hercules se enfrenta al gigante Anteo, hijo de Gea, la tierra, al que termina por asfixiar impidiendole que tocara el suelo, en contacto con el cual recuperaba las fuerzas, despues de diversas aventuras en su camino libera a Prometeo, que fue encadenado por Zeus, culpable de traer del carro de Helio el fuego para la humanidad, Prometeo a continuación le señala el camino hasta las Hespérides,y le informa que las manzanas tiene que ser recogidas por el gigante Atlante, el que estaba condenado a sostener la boveda del cielo.
Heracles ocupa el puesto de Atlante por unos momentos sosteniendo la boveda del cielo, mientras Atlante , pariente de las Hespérides va a recoger las manzanas.
Una tradición cuenta que las Hesperides desesperadas por haberse dejado arrebatar las manzanas, se transformaron en árboles, un olmo un sauce y un álamo. El dragón pasó a ser en el cielo la constelación de la Serpiente.

domingo, 18 de abril de 2010

sábado, 17 de abril de 2010

DIONISIO ( Iconografía)



Después de su vida salvaje de adolescente descubrió la vid y su utilidad, pero sucumbió a la embriaguez por venganza de Hera, perdiendo la cordura y la razón.

A raíz de ello anduvo errante por todo el mundo con su cortejo de ménades y sátiros, pasando muchos padecimientos. Dionisio difundió el cultivo de la vid. En sentido más elevado y místico fue también dios de todas las cosechas, el que hacía entrar en sazón los frutos, extendiendo el conocimiento de la agricultura. También purificaba los cuerpos y las almas mediante el agua, el fuego o el aire.


Además es un dios espiritual: con sus fieles no tiene una relación distantes, habiendo una unión mística a través de los cultos orgiásticos. Nietsche expresó la oposición entre lo apolíneo y lo dionisiaco, la unión de Dionisio con sus fieles frente a la distancia de lo apolíneo.

Su culto tuvo mucha difusión por todo el mundo antiguo y era muy peculiar. Las fiestas de las Antesterias de febrero celebraban su retorno de los Infiernos, el despertar de la naturaleza después del invierno.

Representaciones


Dionisio (Baco romano) nacido del muslo de Zeus fue educado por las ninfas y padeció un peregrinaje largo y hostil, que sólo cesará con su matrimonio con Ariadna y su entrada en el Olimpo. Recorre el mundo en compañía de las Ménades, entregadas al éxtasis y al entusiasmo, los Sátiros y los Silenos, aunque suele permanecer ajeno al frenesí que inspira su cortejo. Su atributo es el tirso, bastón con vides enrolladas y rematado con una piña. El tipo iconográfico del dios evoluciona desde un hombre con afilada barba y túnica, (véase cerámica ática siglo VI a.C. y relieves, hacia su imagen definitiva de joven andrógino, imberbe y desnudo, enturbiado en ocasiones por la bebida en contraposición al prudente Apolo. El motivo romano del Triunfo de Baco suele representarse en un carro, con un cántaro de vino en la mano y una piel de pantera colgada al hombre, rodeado de su frenético cortejo. En el sarcófago Badminton del Museo New York, el dios aparece subido a lomos de una pantera y acompañado por las figuras de las cuatro Estaciones . Sus misterios gozaron de gran popularidad en Roma y el friso de la Villa pompeyana de los Misterios está relacionado con su culto. En su condición de hijo de dios y madre mortal, Dionisio está considerado en la E. Media como una prefiguración de Cristo. El arte renacentista y barroco consagraron varias iconografías que gozarán de larga tradición posterior: la escultura de Baco de Miguel Ángel paradigma del hedonismo clásico, el joven ebrio pintado por Caravaggio incidiendo en los excesos del dios, el triunfo de Dionisio en su carro junto a Ariadna en la visión apoteósica de Aníbal Carracci , o las bacanales de Tiziano y Poussin, que encarnan la alegría y liberación juvenil infundidas por el dios.

HEFESTO (Iconografía)



Es el dios del fuego, hijo de Zeus y Hera. Una tradición atribuía su cojera a una discusión de sus padres en la que salió en defensa de su madre, irritando a Zeus que lo cogió de un pie y lo arrojó del Olimpo.

Cayó en la isla de Lemnos donde los sintios lo reanimaron, quedándose cojo. Según otra versión era cojo de nacimiento y feo, lo cual avergonzaba a Hera, quien lo arrojó del cielo. Tras su expulsión fue a parar al Océano, donde Eurínome y Tetis lo cuidaron e instalaron una fragua para él.

Estas versiones son variantes de la idea fundamental de los griegos de que el fuego bajó a la tierra en forma de rayo.
Hefesto no vivía en el Olimpo, sino en su caverna, donde forjaba los rayos de Zeus, el tridente de Posidón y las flechas de Ártemis. A pesar de su fealdad, según Hesíodo se casó con Aglaya, una de las Gracias, y con Afrodita. Erictonio, héroe ateniense habría nacido de la tierra y del deseo de Hefesto por Atenea.


Representaciones


Hefesto (Vulcano romano), es el dios herrero del fuego. Lleva el pecho descubierto y los instrumentos de su fragua - yunque, martillo o tenazas - como atributos.


Participa del nacimiento de Atenea, la creación de Pandora y el castigo de Prometeo, siendo además víctima de las infidelidades de Afrodita. En época moderna suele representarse trabajando en su herrería, donde fabrica las armas y atributos de los dioses y héroes como el carro de Helios, la armadura de Aquiles o el cinturón de Afrodita, mientras recibe la visita de los dioses.

Velázquez confirió su visión naturalista a la fábula de Ovidio ilustrando el momento en que Apolo Helios, tocado con corona de laurel y túnica anaranjada, visita la fragua en la que Hefesto y sus ayudantes los Cíclopes (aquí humanizados) están atareados, revelando al dios el adulterio de su esposa con Ares, lo que provoca la sorpresa de los presentes

HERMES ( Iconografía)




Hijo de Zeus y Maya, la más joven de las Pléyades. Apenas recién nacido ya fue capaz de robar parte de los rebaños de Admeto a Apolo.
En la gruta del mundo Cileno, donde había llegado al mundo, encontró una tortuga con cuya concha fabricó la primera lira. Apolo fue a reclamar el ganado robado, que a pesar de sus protestas de inocencia, tenía que devolver Hermes. Pero Apolo, seducido por la lira recién creada, le cambio el instrumento por el ganado. Hermes también inventó la flauta, que cambió a Apolo por el cayado de oro con el que apacentaba a su rebaño, y también el alfabeto, la música, la astronomía, las pesas y medidas, y la gimnasia.

Se le veneraba como dios de los viajeros, la elocuencia y la habilidad de los comerciantes. También conducía a las almas de los difuntos a los Infiernos, como Hermes Psicopompos o conductor de almas. Además interviene como figura secundaria, como en la Gigantomaquia salvando a Zeus en la lucha con Tifón o a Odiseo en dos ocasiones.


Representaciones

Hermes (Mercurio romano), éstos destacaron su importancia como garante del orden y del comercio. Se le representa como heraldo de los dioses y guía de los humanos en la vida y muerte, imberbe, atlético y desnudo, portando un casco (petaso) y sandalias, ambos alados y empuñando el caduceo, bastón mágico con dos serpientes enrolladas Su función de mensajero le convierte en partícipe de numerosos episodios míticos, como el Juicio de Paris, al que fue a buscar para que ejerciera de juez, o cuando durmió con el sonido de su flauta al guardián Argos, en ambos casos por orden de Zeus.

De entre sus relaciones destaca la que mantuvo con Afrodita, de cuya unión nacerá Hermafrodito.

AFRODITA ( Iconografía)





Es la diosa del amor, y desde el juicio de Paris, también de la belleza. Se casó con Hefesto, el dios feo y cojo, y no tuvieron hijos.






Homero cuenta que siendo esposa de Hefesto amaba a Ares, y una madrugada Helios los sorprende juntos y le contó la aventura a Hefesto. Éste les preparó una trampa, cerrando una red metálica sobre ellos, y después llamó a todos los dioses para avergonzar a los amantes.






Afrodita también amo al príncipe troyano Anquises y fruto de la unión tuvieron a Eneas, el héroe que llevó a Italia los restos de Troya y cuyos descendientes fundarían Roma siglos después.



La diosa protegió a Eneas y a la raza troyana, pero no pudo evitar su caída. Se la relaciona también con Adonis, el hijo de Mirra. Cuando éste nació era de una gran belleza, Afrodita lo recogió y se lo dio a Perséfone, quien se negó a devolvérselo después.



Al someter el caso Zeus, éste decretó que pasara un tercio del año con Perséfone, otro con Afrodita y el resto dedicado así mismo. Adonis murió pronto herido por un jabalí. Los animales preferidos de la diosa eran las palomas, que arrastraban su carro, y sus plantas la rosa y el mirto.



Representaciones



Afrodita (Venus romana) diosa del amor y de la belleza suele representarse en compañía de Eros (Cupido) y las Cárites (Gracias). Desde el siglo IV a.C. encarna, desnuda, el canon de belleza establecido por la Afrodita de Cnido de Praxíteles.








Junto a la Afrodita Anadyomene, que surge del mar, destacan las iconografías de la Venus Púdica, la Venus Victrix, creada en la Roma de César y retomada por Canova en su Paolina Borghese retratada como Venus, o las imágenes de la diosa aseándose en el baño.



Asociada en la E. Media al vicio y la lascivia, encarna para el arte renacentista la excusa plástica para el desnudo femenino, recostando su figura sobre un lecho. En la Venecia del siglo XVI Giorgione ilustrará a la diosa como símbolo del amor espiritual, frente al amor carnal de Tiziano, imagen que triunfará en los posteriores acercamientos al tema de Velázquez o Manet.






Entre las escenas narrativas en las que participa sobresalen su conquista de la manzana de la discordia en el Juicio de Paris, o las frecuentes infidelidades a Hefesto

ÁRTEMIS (Iconografía)



Hermana gemela de Apolo e hija de Zeus y Leto.
Nada más nacer ayudó a su madre en el parto de Apolo y se decía que, horrorizada por los dolores, obtuvo de Zeus el favor de permanecer virgen, igual que Atenea.


Aparece como una joven entregada a la caza como único placer, corriendo velocísima con sus flechas y su carcaj. Zeus le concedió el dominio de los dioses, junto con su séquito de ninfas, a las que impuso la virginidad. Es una diosa vengativa, como en el caso de Acteón que acabó destrozado por sus propios perros cuando en la caza se encuentra con ella y la contempla desnuda en el baño.


Muy orgullosa de su belleza no permite que nadie la ignora o pretenda sobrepasarla. Se le ofrecían las primicias de la recolección, como fuerza protectora de la vegetación, tiene poder sobre las aguas de los estanques y ríos, y especialmente de las termales. Su santuario más conocido fue el de Éfeso. En época muy antigua se la identifica con la luna, pero su culto no suele ser lunar, y en el panteón aparece como la señora de las fieras, protectora de las amazonas.

Representaciones


Ártemis (Diana romana) suele representarse como cazadora llevando el arco y las flechas, con los cabellos recogidos y la media luna en la cabeza, vestida con túnica corta, desnuda de piernas y pies. Aparece normalmente en sus dominios del bosque, rodeada por ninfas, perros y ciervos. Diosa símbolo de la castidad, se asocia a las etapas más salvajes de la vida: infancia y adolescencia.


Los dos episodios más representados desde el Renacimiento son los castigos que inflige a Calisto, princesa virgen de su cortejo a la que mata con sus flechas tras haberla convertido la celosa Hera en oso, y a Acteón. De estas alegorías de la virginidad derivan las visones eróticas de la Escuela de Fontainebleau, que adaptó su iconografía a Diana de Poitiers, amante del rey II de Francia y de la pintura rococó, que ahondó en el sensualidad del baño de Diana, expuesta a las miradas de los sátiros.

APOLO ( Iconografía)




Pertenece a la segunda generación de los olímpicos, siendo hijo de Zeus y Leto (antiguamente pudo ser una divinidad suprema superior a Zeus).

Fue el dios de la belleza masculina y de la fuerza física, de la luz y del reino celeste, identificándosele con el sol. Es un dios benévolo, enemigo de lo impuro y perverso, patrono de la poesía y la música en su corte del monte Parnaso, donde aparece rodeado de las nueve Musas.

Es asimismo, un dios sanador pero sobre todo, es el profetizador que se manifiesta a través de sus sacerdotisas en los oráculos (Delfos). También puede ser una divinidad terrible, como con los aspectos peligrosos del sol, enviando dados que mataban hombres y animales, como el castigo a Níobe asaeteando a sus siete hijos. Cuando el sileno Marsías le desafió con la flauta Apolo le venció, mandando desollarle después de colgarle de un pino.

Apolo tuvo numerosos amores con diosas, ninfas y mujeres, como con la ninfa Talía o con Cirene, o con la musa Urania engendrando a Orfeo y a Lino. Cuando la ninfa Dafne (laurel) le rechazó la Madre Tierra respondió a su ruego, convirtiéndola en árbol del laurel cuando huía del dios. Por esta razón su árbol era el laurel, cuyas hojas masticaba su sacerdotisa Pitia en sus trances proféticos.

Entre sus hijos destaca Asclepio, dios de la medicina, cuya madre Corónide, fue castigada por Apolo por serle infiel con un mortal estando embarazada del dios. Colocado su cuerpo en la pira funeraria, Apolo arrancó de su seno al niño. El centauro Quirón fue quien le enseñó la Medicina, adquiriendo una gran maestría, resucitando incluso a los muertos. Zeus, temiendo que estas resurrecciones alteraran el orden del mundo, mató a Quirón con un rayo, siendo transformado en constelación.
Como animales terrestres le están consagrados el lobo, el corzo o la cierva, entre los marinos el delfín, y de las aves, el cisne, el milano, el buitre y el cuervo.


Representaciones


Apolo habita en el Parnaso o en Delfos. Equiparado al sol como Apolo Helios, porta atributos como el arco y las flechas, la lira o cítara regalo de Hermes. En ocasiones aparece como un trípode adivinatorio o un fénix, pájaro sagrado. En el arte griego arcaico Apolo es un bello kouros atlético de largos cabellos. La iconografía ática de Apolo fue fijada por Praxíteles, que esculpió al dios en tres de su facetas como Musageta o inspirador de las Musas, Licio en reposo tras asesinar a los Nióbides y Apolo Sauróctono, pastor efebo que se dispone a herir a un lagarto que trepa por un árbol, posible parodia de su lucha contra la serpiente Pitón . Apolo también personifica la eterna juventud y el canon de belleza masculina, cualidades en las que se inspirará la imagen de Alejandro Magno.

El descubrimiento en el siglo S V de la estatua de Apolo Belvedere en Roma condicionará la representación posterior del ideal apolíneo en infinidad de artistas como Durero y Canova.
La E. Media acentúa su faceta de sanador y profeta antecesor de Cristo. En el Cinquecento Rafael sitúa a Apolo en el Parnaso rodeado de las Musas como emblema de la armonía (gozará de larga tradición). Es frecuente la representación del dios con la cabeza envuelta en un halo luminoso guiando su carro solar como Apolo Helios, en compañía de la Aurora y la Luna, simbolizada esta última por su hermana Ártemis. Apolo ocupará así un lugar destacado en el programa político de Luis XIV, el Rey Sol. Entre los episodios más representados destacan su lucha para proteger a su madre Leto contra la serpiente pitón y el gigante Tiicio, o su cruel victoria sobre Marsías.


También aparecen sus amores frustrados por la ninfa Dafne, convirtiéndola en laurel con el que se corona el dios (Pollaiuolo, Bernini) o por Jacinto, su amante efebo muerto por los celos del viento y convertido en flor.

DEMÉTER (Iconografía)


Es la diosa-madre por excelencia, identificada con la agricultura. Es hija de Crono y Rea.

En el Ática aparece como la diosa de los frutos y agricultura, presidiendo la siega de las mies. Es madre de Perséfone, su única hija, con la que está estrechamente vinculada. La búsqueda de su hija la hizo recorrer el mundo entero, dedicándose durante un tiempo al servicio de Metanira como nodriza de su hijo Triptolemo, a quien después de darse a conocer le encomendó la difusión del cultivo de trigo por el mundo . Al encontrar a su hija llegó a un acuerdo con Zeus, Deméter volvería al Olimpo a desempeñar su función y Perséfone pasaría la mitad del año con Hades y la otra mitad con su madre. Así, cuando sale a la tierra cada primavera las flores y frutos están en plenitud, cuando vuelve a los infiernos a la hora de la siembra para quedar como la semilla en el interior del suelo, correspondiéndose con el duro invierno. La espiga, el narciso y la adormidera son sus atributos, y sus lugares son Eleusis, Sicilia y Creta.

Representaciones


Deméter (Ceres romana) está asociada a la idea de fertilidad y abundancia, por lo que en las artes es vista como una matrona con la cabeza cubierta, que porta entre otros atributos espigas de trigo, un lechón o unas antorchas. En Roma se le añadirá un simbolismo monetario, vinculándose su imagen a la de prosperidad del Imperio. En el arte de la E. Moderna se representará a la diosa acompañada de Dionisio o Pan, convirtiéndola en una alegoría de la agricultura o del verano

ARES (Iconografía)


Ares
Procede de Zeus y Hera, y por tanto, es de la segunda generación de dioses olímpicos. Representa la guerra en su ambiente más devastador y homicida frente a Atenea. Con su terrible coraza y armas mortíferas siembra la muerte en los campos de batalla. Según Homero es de gran estatura, fuerte, ágil y el más veloz de todos los dioses. Habitaba en Tracia, con sus hijas las Amazonas, venerándosele en Tebas especialmente.

Los mitos en los que interviene son siempre guerreros. En Troya, Atenea le vence una vez lanzándole una pedrada.

Ares protagoniza muchas aventuras amorosas, siendo la más famosa con Afrodita. Tuvo además muchos hijos con mujeres mortales, todos violentos y salvajes, como Cicno, Diomedes y Licaón, nacidos de su relación con Pirene. También es padre de Meleagro y Driante, que participaron en la caja del jabalí de Calidón. Se le consagran el perro y el buitre.

Representaciones


Es el único hijo de Zeus y Hera (Marte romano), pero no es querido dentro del Panteón griego por su espíritu agresivo y cruel, lo que explica sus escasas apariciones en el arte helénico. Encontró mayor culto en la Roma de Augusto, al ser considerado padre de de los fundadores Rómulo y Remo. Su tipo iconográfico es de un joven imberbe y desnudo, véase: esculturas griegas Ares Borghese de pie y con yelmo, y Ares Ludovisi, sentado en su carro de combate, sujetando su espada con aire pensativo, ambas copias romanas de los originales griegos perdidos. El arte de la E. Moderna retoma su relación Afrodita: Ares recostado y dormido es vigilado por Afrodita, mientras unos amorcillos juegan con sus armas.

El tema se interpreta como una alegoría de la Paz o la guerra vencida por el poder del amor. En otras ocasiones la relación es más explícita, siendo los amantes clandestinos descubiertos por Hefesto, el esposo ultrajado parodiado por Tintoretto

HADES (Iconografía)



Al repartirse el dominio del universo con sus hermanos los Cíclopes le correspondió el mundo subterráneo, el de ultratumba. Éstos le regalaron un casco de piel de perro con el que se hacía invisible, por lo que consiguió desarmar a su padre, Crono, mientras Zeus le derriba con un rayo.

En sus territorios reina con Perséfone, hija de su hermana Deméter, a la que raptó en Sicilia. Anteriormente Zeus, su padre, no había permitido su matrimonio con Hades, porque no quería que la joven pasara su vida en los infiernos. Tras el rapto su madre la buscó por todas partes, olvidando el cuidado de plantas y flores por el dolor de la pérdida. Cuando descubrió su paradero, intentó que volviese con ella pero ya no era posible porque Hades le había hecho comer un grano de granada, lo que la vinculaba para siempre al infierno. Al fin logró que, por lo menos, pasara un parte del año en el inframundo y la otra en el mundo de los vivos.


Hades aparece como un dios despiadado, que no permite salir del infierno a ningún alma. En ella las puertas están guardadas por el terrible can Cerbero, al que ayudan varios demonios y genios, como el barquero de las almas Caronte. Cuando llega la hora de morir a los hombres, Hades se los lleva sin ninguna distinción. Él no los juzga, sino que le asisten especialmente las Erinias o Euménides. Según Virgilio los espíritus de los justos, tras el juicio, son enviados a los Campos Elíseos, mientras que los malhechores moran en el Tártaro. Desde el interior de la tierra Hades envía alimento a las plantas y además posee valiosos metales que se encuentran en ella.


Representaciones


Hades (Plutón romano) aparece ocasionalmente en las artes como personaje aislado por su carácter funesto. Se le representa con larga y ruda cabellera, barbado y coronado, sentado en su trono o subido a un carro de oro y llevando como atributo una granada, un centro o cuerno de la abundancia, símbolo de la riqueza de los metales. Se diferencia de la iconografía de Zeus y Posidón por la presencia de Cerbero. El relato más difundido en la E. Moderna es el único en el que aparece en acción: el rapto de Perséfone (Proserpina romana) que plasmaron Giulio Romano, Rembrandt y Bernini

POSIDÓN (Iconografía)


Es el dios del mar, hermano de Zeus. Después de ayudar a Zeus en la Titanomaquia intentó rebelarse contra él, asistido por Hera y Atenea, pero fracasó y fue condenado, junto con Apolo, a servir a Laomedonte, rey de Troya, construyendo las murallas de la ciudad. Al negarse el rey a pagarles el salario Posidón le castigó enviando un monstruo que asolaba la comarca. Por eso después el dios ayudó a los griegos en la guerra contra Troya, aunque salvó a Eneas, hijo de Afrodita, de morir a manos de Aquiles.


Su esposa era la oceánida Anfitrite, madre de su hijo Tritón y de sus hijas Roda y Bentesicime, teniendo más hijos con ninfas, diosas y mujeres. Posidón habitaba en su palacio de la costa norte del Peloponeso, siendo uno de sus lugares de culto Corinto, en donde se celebraban en su honor los juegos ístmicos.


Representaciones


Posidón (Neptuno romano), es el dios colérico soberano del mar, representado desde la Antigüedad como un gran hombre barbado de larga cabellera, imagen que se confunde con Zeus. Apenas hay relatos en los que interviene. Aparece por lo general surcando los mares en su carro tirado por hipocampos, lanzando el tridente su atributo, y rodeado de seres marinos como tritones, nereidas o delfines, siendo una iconografía apropiada para fuentes monumentales y estanques como en Versalles.

ATENEA ( Iconografía)

Atenea ( Minerva), hija de Zeus. Diosa guerrera, nació completamente armada, con un casco con grifos símbolo de su poder, una lanza en la mano derecha, la égida protegiendo su pecho y un escudo con la cabeza de la Gorgona (Medusa).

Luchó con Zeus contra los Gigantes, y en Troya ayudó a los griegos ya que el troyano Paris eligió como la más hermosa a Afrodita. Ayudó en la guerra a Aquiles, Odiseo, Diomedes y Menelao, y fue la inspiradora del caballo de madera con el que ganaron el triunfo los griegos.

También es la diosa de la sabiduría y de la razón, y diosa de las artes manuales que protege a las hilanderas, bordadoras, tejedoras etc. También dedicada a las artes de la paz introduciendo en el Ática un olivo (véase frontón occidental del Partenón). Es la diosa virgen parthenos. También se la conoce como Atenea Higiea, protectora de la salud,
purificando el aire.

En la historia de Aracne, ésta se mostraba orgullosa de sus habilidades y se vanagloriaba de no poder ser superada ni siquiera por la diosa. Según el mito, cuando le presentaron a Atenea una obra de Aracne, buscó en vano fallos, destruyendo la tela en una explosión de ira, y convirtiendo a Aracne en una araña, condenada a tejer sin fin, única ocasión en la que Atenea se muestra realmente celosa.

Representaciones

Su iconografía quedó establecida en el s. V a.C. en tres estatuas esculpidas por Fidias para la Acrópolis, conocidas únicamente por copias, véase: la colosal estatua criselefantina, labrada en oro y marfil, de Atenea Parthenos (virgen), que porta una Niké en la mano; la estatua de bronce de Atenea Promachos, en actitud de combate; y la Palas Lemnia, pensativa y pacificadora. Suele figurarse siempre con semblante serio, vestida con una túnica sin mangas y armada con una lanza, un casco adornado que porta elevado sobre la frente, la égida o coraza de piel de cabra y el escudo redondo argólico con la cabeza de Medusa en el centro. También puede ir acompañada de una serpiente, una lechuza o un gallo.

En la Edad Media se destacó entre sus virtudes la sabiduría y la castidad. A partir del Renacimiento aparece Atenea sin interrupción como una alegoría de las artes y las ciencias y como encarnación de la Virtud, aunque simbolizando la guerra justa dirigida con prudencia y estrategia. Las artes figurativas han resaltado el castigo que impuso a Aracne, inspirando a Velázquez en Las Hilanderas.

HERA (Iconografía)



Es la más poderosa de las diosas olímpicas, y pertenece a la segunda generación olímpica (hija de Rea y Crono).

En una ocasión Zeus toma la forma de cuclillo para seducirla uniéndose a ella cuando lo colocó en su regazo para preservarlo de la lluvia. En Grecia se celebraban sus bodas y se adornaba su estatua. Hera es la reina y señora del Olimpo, pero sufre las infidelidades de su esposo.
Es la protectora de las mujeres casadas y era adorada como divinidad femenina de la fecundidad, maternidad y del matrimonio.

Representaciones

Es representada habitualmente como una majestuosa matrona con un centro que porta una corona cilíndrica o diadema sobre su cabeza, en ocasiones velada. Otros atributos son:
el cuclillo, la granada (fertilidad y muerte), el león, la vaca y el pavo real que suele tirar de su caballo.
El cuclillo será sustituido, en el Renacimiento, por el pavo real.
Hera encargó a Argos (gigante de cien ojos) que vigilara a Ío, pero Zeus envió a Hermes para que durmiera al guardián con el sonido de la flauta, y tras darle muerte libera a Ío.
Con el deseo de honrar a su fiel sirviente, Hera adornó las plumas de los pavos reales, con los ojos de Argos , y atormentó a Ío que atravesará el mar Jónico en su huida, dándole su nombre. Hera suele aparecer en las representaciones de las infidelidades de Zeus como observadora lejana, y posteriormente como artífice de las venganzas contra ninfas y mortales que yacen con su esposo:

dirigió su cólera contra Leto, impidiendo que diese a luz a los gemelos Apolo y Ártemis, convenciendo a ésta para que cazase a Calisto convertida en osa y provocó indirectamente la muerte de Sémele.
Es infrecuente la representación de su matrimonio con Zeus, y que será ilustrado por Aníbal Carracci en el Barroco. Participó en el juicio de Paris, y tras su derrota como detractora de los troyanos en la guerra, los pintores venecianos del siglo XVI la vieron como una alegoría de la Prosperidad.

ZEUS (Iconografía)

Zeus ( Júpiter latino)

Padre de los dioses y de los hombres. De origen indoeuropeo, dios de la luz, del cielo y de los fenómenos atmosféricos como el rayo, el relámpago, el trueno y el que amontona las nubes. Como dios padre, protege la casa y la familia, garante y purificador del matrimonio, guardián del orden social y defensor del derecho. Dirige el universo y las relaciones entre los hombres y dioses, en el papel de árbitro y castigándolos cuando le parece oportuno.
Zeus tuvo fuera del matrimonio numerosas relaciones amorosas con otras divinidades y mortales, lo cual despertaba la ira de Hera, que perseguía a amantes e hijos de su esposo. Pese a esto, Hera no se atrevía oponerse a él abiertamente, siendo sus relaciones un claro reflejo de las existentes en época doria en la que las mujeres habían sido privadas de sus poderes y eran consideradas simples posesiones.
Representaciones
Aparece en las más antiguas del santuario de Olimpia, en su categoría de potencia celeste empuñando su rayo contra sus adversarios, los Gigantes o el monstruo alado Tifón. También se le muestra como un guerrero barbado, desnudo y blandiendo la lanza o el rayo, véase: colosal Zeus de bronce encontrado en el cabo Artemisio.

El segundo tipo iconográfico más repetido es el de Zeus tonante en majestad, entronizado con su centro, garante de la justicia y el orden, véase: estatua criselefantina de Fidias, una de las Siete Maravillas del Mundo, que alberga el Templo de Zeus Olímpico, representaba a Zeus con el torso desnudo y el manto sobre las piernas, sentado en su trono y sosteniendo en una mano el centro coronado por un águila y una Niké en la otra.
El pintor neoclásico Ingres rescata esta iconografía en el siglo XIX .
En otras representaciones aparece engendrando él mismo a dos de sus hijos, asistido por Hefesto en el nacimiento de Atenea, surgida armada de su cabeza, o extrayendo a Dionisio de su muslo. Sus aventuras amorosas son las que más han despertado la imaginación de los artistas, especialmente a partir del Renacimiento, destacando sus amores con Leda, mantenidos bajo la apariencia de un cisne ,con la bella Europa, véase: el violento rapto por un Zeus convertido en toro pintado magistralmente por Tiziano. Dentro de las serie de las Poesías (inspiradas en la Metamorfosis de Ovidio), ejecutadas por Tiziano para Felipe II a mediados del siglo XVI, se encuentra la famosa Dánae, que recostada sobre su lecho aguarda a ser fecundada por Zeus en forma de lluvia dorada, de cuya unión nacerá Perseo. Del mito erótico de Danae se harán eco Rembrandt, Boucher y Klimt. En otra, Zeus se metamorfoseará en una nube, envolviendo a la doncella Ío, contra la que dirigirá su cólera Hera.

domingo, 11 de abril de 2010

ZEUS Y LEDA


El más poderoso del Panteón griego se transformaba en diferentes animales para conseguir conquistar a sus amoríos,en parte lo hacía porqué su espora Hera, se ponía celosa y asi evitaba ser descubierto y evitar los ataques de ira de su esposa.
Zeus se metamorfoseó en lluvia de oro para fecundar a Danae, en nube para fecundar a Io, en Aguila para raptar al joven Ganimedes y hacerlo copero real del Olimpo, en Toro para raptar a Europa y como no en cisne para fecundar a Leda.

Y como el era el dios del Olimpo
siempre se salía con la suya.

Leda, era una hija de Testio y esposa de Tindáreo de Esparta, era otra de las amantes humanas de Zeus. Cuando caminaba junto al río Eurotas, fue violada por Zeus, transformado en cisne y fingiendo ser perseguido por un águila.

Esa misma noche yació con Tindáreo. Como consecuencia, puso dos huevos de los cuales nacieron cuatro hijos: Helena de Troya, Pólux (inmortales, presumid
os hijos de Zeus) y Clitemnestra y Cástor (mortales, supuestos hijos de Tindáreo).
Sin embargo, se considera a Pólux y a Castor gemelos, conocidos como los Dioscuros

ZEUS Y TETIS


Se trata de Zeus ( Júpiter)
y Tetis.

Zeus es el más poderoso del Panteón Griego, padre de los dioses y de los hombres, es el dios de la luz del cielo y de los fenómenos atmosféricos, el rayo , el relampago y el que amontona las nubes. Es el guadian del orden social y defensor del derecho.

Zeus el Júpiter romano es el hijo de Cibeles( Rea ) y de Saturno ( Crono)y fue salvado por su madre, cuando lo llevo a Creta para que su padre no lo devorara.
Pero ¿ quién es la señorita?

¿ qué le está suplicando?

Pues es Tetis , una divinidad marina, hija de Nereo y de Doride (hija del Oceano), Tetis es antetodo la madre de Aquiles.
Tetis fue criada por Juno (Hera) con quien mantiene fuertes vinculos afectivosy como los griegos creían mucho en los oraculos; una profecia les había dicho que el hijo de Tetis sería mas poderoso que su padre y por ello los dioses se apresuraron de darle como no, como esposo a un mortal: Peleo sería el indicado.

Pero a Tetis no esta de acuerdo e intenta eludir a este pretendiente mortal metamorfoseandose, no obstante Peleo logra hacerse con ella, y de su unión nacio Aquiles a quien Tetis intentará hacer inmortal ¿ porqué no?
después de varios experimentos con su hijo, no consiguió hacerlo inmortal, y su padre le concedió la custodia al centauro Quiron. Durante la guerra de Troya, Aquiles cae muerto y Tetis llora en compañía de la Nereidas.

En la escena de la obra vemos a Tetis que ha subido a ver al Dios del Olimpo para pedirle que ayude a su hijo en la guerra de Troya:

Esta le dice lo siguiente:
—¡Padre Zeus! Si alguna vez te fui útil entre los inmortales con palabras u obras, cúmpleme este voto: Honra a mi hijo, el héroe de más breve vida, pues el rey de hombres Agamemnón le ha ultrajado, arrebatándole la recompensa que todavía retiene. Véngale tú, próvido Zeus Olímpico, concediendo la victoria a los teucros hasta que los aqueos den satisfacción a mi hijo y le colmen de honores.

De tal suerte habló Zeus, que amontona las nubes, nada contestó, guardando silencio un buen rato. Pero Tetis, que seguía como cuando abrazó sus rodillas, le suplicó de nuevo:

—Prométemelo claramente asintiendo, o niégamelo —pues en ti no cabe el temor— para que sepa cuán despreciada soy entre todas las deidades.
Zeus, que amontona las nubes, respondió afligidísimo:— ¡Funestas acciones! Pues harás que me malquiste con Hera cuando me zahiera con injuriosas palabras. Sin motivo me riñe siempre ante los inmortales dioses, porque dice que en las batallas favorezco a los teucros. Pero ahora vete, no sea que Hera advierta algo; yo me cuidaré de que esto se cumpla.
Y si lo deseas, te haré con la cabeza la señal de asentimiento para que tengas confianza. Este es el signo más seguro, irrevocable y veraz para los inmortales; y no deja de efectuarse aquello a que asiento con la cabeza.
Dijo el Cronión, y bajó las negras cejas en señal de asentimiento; los divinos cabellos se agitaron en la cabeza del soberano inmortal, y a su influjo estremecióse el dilatado Olimpo.
"Después de deliberar así, se separaron [Zeus y Tetis]; ella saltó al profundo mar desde el resplandeciente Olimpo, y Zeus volvió a su palacio. Los dioses se levantaron al ver a su padre, y ninguno aguardó a que llegase, sino que todos salieron a su encuentro. Sentóse Zeus en el trono; y Hera, que, por haberlo visto no ignoraba que Tetis, la de argentados pies, hija del anciano del mar con él departiera, dirigió enseguida injuriosas palabras a Jove Cronión:
-¿Cuál de las deidades, oh doloso, ha conversado contigo? Siempre te es grato, cuando estás lejo de mi, pensar y reolver algo clandestinamente, y jamás te has dignado decirme una sola palabra de lo que acuerdas.
Respondió el padre de los hombres y los dioses. -¡Hera! ¡No esperes conocer todas mis decisiones, pues te resultará difícil aun siendo mi esposa. Lo que pueda decirse, ningún dios ni hombre lo sabrá antes que tú; pero lo que quiera resolver sin contar con los dioses no lo preguntes ni procures averiguarlo."

LAS HESPÉRIDES

Y estas señoritas

¿ Quiénes són?

¿ durmiendo bajo un árbol?

Al parecer su misión era cuidar las manzanas

doradas de la vida eterna.



En la mitología griega las Hespérides, eran las ninfas que cuidaban un maravilloso jardín en un lejano rincón del occidente, situado según diversas fuentes en las montañas de Arcadia en Grecia, cerca de la cordillera del Atlas en Marruecos, o en una distante isla del borde del océano.

A veces se las llamaba Doncellas de Occidente, Hijas del Atardecer o Diosas del Ocaso, aparentemente aludiendo a su imaginada situación en el lejano oeste, y de hecho Hésperis es apropiadamente la personificación del atardecer (como Eos es la del amanecer) y Héspero la de la estrella vespertina.

Al casarse Hera, Zeus le dio unos manzanos con frutos de oro que fueron plantados en el jardín de las Hespérides bajo la protección del dragón Ladón. La Discordia se valió de una de esas manzanas para separar a los dioses.
Euristeo envió a Heracles para buscar las manzanas. Prometeo le indicó el camino donde moraban las Hespérides y lo que debía hacer. Al final fueron recuperadas.
El significado de esta fábula hace referencia al cielo.


Las Hespérides son las horas de la tarde, el jardín es el firmamento y las manzanas de oro las estrellas. El dragón es el horizonte que corta el ecuador en ángulos oblicuos y Heracles el sol, es decir, que cuando aparece Heracles roba las estrellas y llega el día.

El Jardín de las Hespérides es el huerto de Hera en el oeste, donde un único árbol o bien toda una arboleda daban manzanas doradas que proporcionaban la inmortalidad. Los manzanos fueron plantados de las ramas con fruta que Gea había dado a Hera como regalo de su boda con Zeus. A las hespérides se les encomendó la tarea de cuidar de la arboleda, pero ocasionalmente recolectaban la fruta para sí mismas. Como no confiaba en ellas, Hera también dejó en el jardín un dragón de cien cabezas llamado Ladón que nunca dormía, como custodio añadido.